jueves, 20 de marzo de 2008

Estornudos Cochinones y Otras Maneritas de Joder.



Detesto a la gente que estornuda!
Sobretodo en los lugares públicos y mas aunísimo en los aeropuertos y aviones, donde las nacionalidades, bichos y babas se unen enfrascadas, magnificadas y atrapadas en un lugar cerrado, sin escape y cochinon.
Ayer en mis largas escalas aeropuertuarias me puse a observar el comportamiento de todos los seres en actitud de espera en las salas. Aparentemente todos quieren pretender que están  O-CU-PA-DI-SI-MOS . La táctica mas popular es la del celular por supuesto (faltaba mas!) , cosita que se acaba cuando en el avión antes de despegar te dicen que apagues todos los celulares y beepers, y uno piensa , quien demonios va a tener todavía un beeper por amor a Dios! Y en eso ves a alguien con uno y te imaginas que de toditas maneras es un doctor de urgencias , por todo eso de E.R., Chicago Hope, Scrubs y demás referencias previa suscripción al cable claro esta; y te quedas bien tranquilo pensando que te has sentado junto a un importante de la medicina y que por lo demás debe echarse unos estornudos bien limpitos.
Una de las cosas que mas me impresionó fueron las personas/personajes que tienen un celular chiquitito metido en la orejita permanentemente, es casi, casi como un audífono para la sordera senil o mejor aun un tampax auricular, pero con la diferencia de que emite una lucecita azul eléctrica bien "pajola", al mas mero estilacho de "reflejos lights discotek".
Usualmente las personas/personajes que portan este psicodélico artificio, al no tener teléfono que agarrar, gesticulan mucho con las manos mientras hablan; lo que me llevo a hacer un paralelo con un niño sin aparato (telefónico por supuesto) haciendo exactamente lo mismo que el hombre de el celular chiquitito e incrustado. El párvulo hablaba solito y movía mucho las manitas , creando diálogos imaginarios que de por si ya era mas interesantes que los de el hombre adulto , solo que el niño lo hacia libremente y sin excusa corporativa. Esto me demostró que los adultos tenemos que enrolarnos en un plan telefónico mensual para poder dárnos  lujos que un niño se da gratis, sin prejuicios y sin el riesgo de parecer un loco, sino mas bien adorable criatura.
Se han dado cuenta de que los niños hacen exactamente lo que los adultos quisiéramos hacer en las salas de espera pero no podemos por todo eso de la sensatez y la mayoría de edad? 
Oigan no les provocaría acaso correr una y otra vez de un extremo a otro de la sala de espera pa' matar el tiempo, la ansiedad y una que otra cucaracha? Hablar solos cambiando de animosidad de pronto en el diálogo? , gritar que ya te aburriste y caricho apúrense! dormirse a pierna suelta en la alfombra de la sala? gritar que el hombre de turbante huele a pichi, y que qué fea su mujer!  No hay dereeeeeecho!

5 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

A mí me molestan esos estornudos con garúa, no me gusta la gente cuya composición respiratoria ayuda a que llamen demasiado la atención.

Pues sí, para los niños no hay precios ni límites ni para hacer berrinches que llamen la atención de todos los pasajeros, como vi ayer saliendo de Ocopa.

MMMMMM, comentarios por aquí, saludos desde el Mantaro.

Armando Denegri dijo...

Detesto cuando los niños q c lanzan al suelo y lloran hasta mas no poder , por dios!!!! y sobre los estornudos , hmmm depende q tipo d estornudo sea , la cosa es q no sea un "estornudo escandaloso" ...

http://psicoterapi.blogspot.com/

Anónimo dijo...

yo siempre kise uno de esos aparatitos en la oreja jiji... te imaginas cuando llegue esa moda aka? k Dios nos agarre confesados!

Dylan Forrester dijo...

Todos tenemos algunas manías, verdad?
Tienes una prosa y un blog interesantes.
Te dejo mis huellas. Espero nos leamos.

Saludos...