jueves, 11 de septiembre de 2008

Chau, Chau Me Voy de Viaje, Chau, Chau, Sin Mi Ranchito.....


Chau Chau me voy de viaje, Chau Chau de mi Ranchito.

Esta canción de Yola me lleva a sentir en la boca un sabor a entre bilis, melancolía, y caballito mecánico.
Que paso? Porque tuvo que desaparecer, los gatos que pululaban lo habrán tomado? Si es que no, a donde irán ellos y su paladar gourmet ahora que ya no hay Rancho?

Sentí una pena penísima cuando me enteré de que "El Rancho" sus cajas amarillas llenas de domingos, risas y papas crocantes, sus vasos de tecnopor y de vidrio cuando la ocasión lo ameritaba ya no iban a unirnos más. Las jarras de limonada frozen se derretían y chorreaban en mi memoria mientras me enteraba de la noticia ,pensando en todo lo que se vá.
Una ficha mas al caballito grande mamá! ayúdame a subir que es muy alto, es como un caballo de verdad no mamá? Así son?
Una fiestita en la cabaña de el Chuncho, la mía en la de los Picapiedras ahhh! pero la de Bambi siempre fue mi locura.
Quieres postre? Si un cheesecake de fresa, hoy es tripas y frambuesa.
Una mariposa de plástico a la entrada, déjenme escoger la figurita de el medio pues! no me gusta "V" invasión extraterrestre, quiero una rosada, porque el rosado es mi color favorito señor.
Mamá mira el señor de las gaseosas esta aquí desde que descubrí las camas saltarinas ! Salta,salta,salta pequeña langosta....No saltes en tu cama! Entonces vamos al Rancho.
Un globo de color naranja, que no se te vuele Melisa, mejor después de comer, uno con orejitas ya?
Vamos a los juegos de los animales con resortes? Si ahí no vamos mucho porque es para bebes, tu ya eres una grande, Vamos al cine de el Rancho? Pero es la misma película! No importa! Ya mira dice que éramos grandes y enamorados y que tu me invitabas, pero sin besos eso si. Ya?
No tengo un santo pero quiero ir al Rancho.....ya no está.
Ya va a salir el trencito súbete pero avísale a tu mamá.
Esta vez las tarjetas de invitación no requieren un regalo para el dueño del santo, y lo que es peor nos conducen a un lugar demolido que nos recuerda que alguna vez fuimos niños ochenteros, felices, gordos, y rancheros.
Adiós Rancho, adiós a una parte de mi vida, nunca te pude compartir con quien yo quería compartirte.Te mando una mariposa de plástico que vuela muy rápido por la ventana de el carro Volkswagen escarabajo rojo con el que te visitaba.

Una ficha mas por favoooor, la ultima!.....


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me quedo también en la de Los Picapiedra. Lo más lejos posibles de aquel juego de las vueltas fatales.

lunik dijo...

que pena no? increible lo del rancho, no màs domingos rancheros, chau pedacito de infancia, lindos recuerdos para todos!

marco dijo...

En mis no tan habituales exploraciones a través de los bloggers llegué aquí, y quedé prendido de las fotos que incluiste y sus títulos!, me parecieron realmente divertidas!; más allá de Yola y su actual repavimentación facial en la que uno prefiere darse vuelta y recordar lo que antes era, me gustó tu megacolorido blog.


Slds.


Marco Palacios

Miguel Rodríguez dijo...

Qué tal viaje al pasado.
Como buen misio, siempre fui un invitado.
La cabaña Picapiedra era la fija si..y las camas elásticas para saltar.
Los chapes con las chibolas a escondidas. Comerse 4 pollitos.

Snif.